¡¡¡ Buenos días soñadores !!!
Los que leísteis el post que escribí ayer comenté que
durante el fin de semana estuve viendo una película de la que iba a realizar
uno de mis famosos comentarios. En un principio no lo tenía previsto, pero
viendo la insistencia de mi pareja al ver mi cara al finalizar esta me he
decidido a escribir sobre ella. Además se sumo al hecho de que seguramente no
pueda ir al cine esta semana y no quiero dejar de recomendaros una película.
“Buried”, el título ya lo dice todo (Enterrado), ya te
adelanta sobre que va a ir la historia. Para aquellos que no hayan oído hablar
de ella todavía comentaros que es una película del año 2010. Dirigida por
Rodrigo Cortés y escrita por Chris Sparling. Se trata de una coproducción
española- estadounidense, con un protagonista que hace grande el film, Ryan
Reynolds. Con dificultades desde el principio, el propio Cortés comentaba como
el guión había estado deambulando por Hollywood cerca de un año debido a la
negativa de producir una película rodada íntegramente en una caja.
Porque efectivamente la acción se desarrolla durante sus 90
minutos dentro de un ataúd enterrado bajo tierra. 90 minutos que corresponden
al tiempo que tiene el protagonista para poder salir de él. La película nos
acerca a Paul Conroy un conductor de camiones norteamericanos que se ve
envuelto en una afrenta en Irak y despierta enterrado vivo dentro de esas
cuatro paredes que son la caja.
No sabes como ha llegado hasta allí, solo sabes que tiene
una hora y media para reunir el dinero que sus secuestradores le piden o sino
morirá. Es a partir de ahí cuando empatizas con el protagonista y rezas porque
el dinero sea reunido.
Con la angustia que proyecta el personaje por el miedo a
quedarse sin oxígeno, o a oscuras (cuenta con un mechero, una linterna y dos
barras de luz para aguantar todo el tiempo) tu también respiras con menos
intensidad como intentando no gastarle ese aire tan necesario.
Es después de hablar con sus secuestradores cuando empieza
la acción, el momento de llamar a todo aquel que pueda ayudarle. Desde su trabajo, sus
familiares, hasta el FBI, quienes tratarán de apoyarle anímicamente dándole
ánimos para que no pierda la esperanza. Es curioso la cantidad de emociones que
puede mostrarnos Ryan Reynolds a lo largo de los minutos. Desde la
desesperación, la tristeza, la felicidad, la rabia…todo sin olvidar que está
dentro de un ataúd y que solo se vale de su cara y su voz para transmitirlo.
Rodada extraordinariamente bien en 17 días (tiempo
suficiente para que hasta al propio protagonista se le curase su claustrofobia)
cuenta con un montaje y un sonido que ayuda a que la historia vaya avanzando
sin que te des cuenta. Eso acompañado de un guión bastante bueno, aunque para
mi con algunos fisuras que no os puedo comentar porque sino os chafaría la
película, y un final que personalmente no me terminó de convencer y que me dejó
con cara de ¿pero esto qué es? ¿Por qué nos haces esto Rodrigo? Además de no
compartir la canción elegida para los títulos finales que me parece que está
fuera de lugar y que ayudó a que mi cabreo fuera a más lanzando improperios a
todos los que habían participado en la creación del film.
La película obtuvo tres premios Goyas de los diez a los que
estaba nominada.
El que más sufrió durante el rodaje fue el pobre Ryan que
acabó con una herida en la espalda de estar jornadas de doce horas tumbado, una
calva en la parte posterior de la cabeza y las manos llenas de quemaduras
producidas por el mechero del que se vale para iluminarse. Pero gracias a esto
obtuvo un gran reconocimiento público.
En resumidas cuentas decir que Buried es un señor peliculón,
de esos que cuesta que se rueden en España. Que si que es verdad que a mi me
dejó con un sabor agridulce, pero como siempre digo es una opinión personal
(conozco gente a la que le encantó). Yo la recomiendo para una tarde de estas
que se van acercando. De las de estar tirados en el sofá. La crítica le dio un
7,2 sobre 10 y yo personalmente le doy un 8, ahora solo queda esperar a ver
cuanto le dais vosotros.
Hasta la próxima soñadores.