jueves, 17 de septiembre de 2015

La tranquilidad de la felicidad

¡¡¡Hola hola soñadores!!!

Ya estoy de vuelta después de un descansillo, no sé si merecido, pero sí que muy disfrutado. Muchos diréis "pero si acabas de estar de vacaciones, ¿otra vez te has ido?"... pues siento confirmaros que sí.

Os pongo en antecedentes porque sino nos perdemos. Hace cosa como de dos meses Jesús, mi pareja se aventuró a proponerme unas mini vacaciones juntos, aún llevando poco tiempo (tres meses por aquel entonces) y aún sabiendo de mi miedo a planes futuros muy lejanos. Pero he de decir que ese plan precisamente me hizo ilusión y acepté enseguida. Nos pusimos manos a la obra buscando un sitio que nos pillara cerca, que fuera económico para el bolsillo de dos jóvenes, pero sobre todo que nos sirviera para desconectar. Y lo encontramos rápido y sin agobios... Cádiz



.

Dos meses después y a las siete de la mañana me subi en el coche que nos llevaría a nuestro destino. Un viaje largo pero ameno. Seis horas de risas, escuchando música repetida, con el sustecillo del temor a una avería.
Y llegamos al hotel. Un hotel en el que me sentía fuera de lugar, lujos, gente mayor... no pegámos ahí. Y efectivamente la sensación estaba más que justificada porque ese no era nuestro sitio. Nos habíamos equivocado de hotel, pero no porque seamos unos inútiles (que ya os veo pensándolo),sino porque los dos hoteles estaban pegados y solo se diferenciaban en una palabra del nombre. Vosotros también os habríais equivocado.
Entramos en el que sí era el nuestro el IBEROSTAR Royal Al-Andalus y de primeras...y también de segundas buena impresión la que tuvimos. La habitación amplia y bonita, con el regalo de una botella de vino (que luego, y creo que Jesús está de acuerdo conmigo y sino que escriba un comentario ahí abajo, no es que estuviera muy bueno...pero en fin menos da una piedra). La gente nos atendió con mucha educación y gran amabilidad ya que te escuchan pensando como llegar a un sitio y te ayudan ellos mismos (por cierto para los madridistas...la mayoría de los camareros son del equipo... +10 para ellos)

Pero bueno volviendo a lo importante que es los sitios que visitar. En el orden de mis lugares preferidos en este viaje he de decir que en primer lugar está:

1. Vejer de la Frontera. Que maravilloso pueblo lleno de casitas blancas. Vas subiendo con el coche entre árboles que te hacen sombra, ayudando a que la sorpresa sea aún mayor cuando el pueblo se muestre ante nosotros. Creo que todos los que han estado concidirán conmigo en que es un pueblo con encanto. De esos que te puedes perder entre callejuelas y recovecos. Con una plaza del ayuntamiento que no tiene nada que envidiar a la Plaza España de Sevilla.




En el puesto número dos tengo el corazón dividido entre la maravillosa Tarifa y el espectacular atardecer que puedes ver en Caños de Meca.
De Tarifa no solo me gustarón su playa y el pueblo en sí, sino lo que más me impresionó fue lo cerca que vi África. Increible la claridad con la que se ve la ciudad de Tánger, siempre que tengas la suerte que tuvimos nosotros de que hiciera un día estupendo.
Y de Caños de Meca no solo el atardecer es bonito, lo poco que vi del pueblo me encantó pero la sensación de relajación sentada en una jaima que da a la playa con un mojito en mi mano y el sol poniéndose en el horizonte es algo que no olvidaré en la vida.



También, en el poco tiempo que estuvimos, visitamos Conil (menudo viajecito entre calles oscuras...algo de miedo teníamos en el ambiente) Cádiz de noche es igual de bonito que de día, aunque me dejo algo confundida el poco ambiente que encontramos para ser un sábado noche. Y las playas....que decir de las playas. Playa Bolonía con su duna increible, gente que te regala a través de WiFi su energía positiva, o la Playa de la Barrosa donde estaba nuestro hotel y donde Jesús hizo una de mis fotos favoritas de todo el viaje. Y para finalizar Sevilla... una mañana en mi segunda ciudad favorita del mundo. Pero de Sevilla ya contaré en otro momento.



En resumidas cuentas me quedo con la sensación de relajación, de paz interior, de descanso aún estando todo el día de la ceca a la meca, de felicidad plena durante 4 días. Y me quedo con la persona que hizo posible todo ello y que se atrevió a lanzarse al vacio y proponerme este plan. Me quedo con mi compañero de aventura.